Robinson Crusoe.
«No sé cómo lo encontré, si me lo compró mi papá, me lo prestó un amigo, no me acuerdo de nada. Lo único que sé es que lo leí muchas veces, era lo único que tenía. Yo no tenía juguetes y encontré en la lectura de Robinson Crusoe a un hombre solo, que se arregla con lo que tiene, un hombre solo frente a la vida. Hay libros que inspiran…» Este libro impresionó profundamente a Jaime durante su infancia, con 7-8 años lo leía cada día despertando en él la fantasía, la pasión por viajar y descubrir otros mundos.